En un ambiente de naturaleza y calidez de los lugareños se ubican las fincas cafeteras, que siguen manteniendo vivas las tradiciones y labores propias del campo, la auto-sostenibilidad y la protección del medio ambiente.
Ideales para el descanso y la interacción familiar, lejos de los afanes citadinos, estas construcciones arquitectónicamente conservadas y rodeadas de flores, café y plátano ofrecen experiencias vivenciales únicas y de intercambio cultural en ambientes confortablemente adaptados para el disfrute y descanso de los turistas.